La historia del estudio de la transexualidad ha estado fuertemente marcada por tintes ideológicos, dando lugar a términos para referirse a la transexualidad, o a las personas transexuales, que podrían escandalizarnos hoy día, pero están en la base de la investigación científica y debemos conocerlas. Pongamos algunos ejemplos: Metamorfosis sexuales paranoicas. Invertidos sexoestáticos. Eonismo. Homoerotismo (frente a homosexualidad), Síndrome de disforia de género…

transexualidad

El artículo de la Revista Mosaico que compartimos hoy con nuestros socios hace una revisión histórica de la transexualidad y de la evolución que ha tenido su tratamiento, tanto sociopolítica como terapéuticamente.

Nos parece interesante compartirlo en este momento, dado el impacto que está causando socialmente el alzamiento de ciertas voces contra su normalización. Voces que dicen ser defensoras de los «valores familiares», como si la Familia, como entidad, perteneciera a alguna ideología. Precisamente la familia es aquello que nos agrupa como profesionales en esta Federación y estaremos de acuerdo, cualquiera que sea nuestra idiología, que la familia no puede mantenerse al margen de una reestructuración de la identidad del individuo de esa envergadura. Por lo tanto, como Terapeutas Familiares, debemos estar capacitados/as y actualizados profesionalmente sobre el impacto que produce y las mejores prácticas para salvaguardar las relaciones familiares en dichos procesos de transición.

A continuación unos párrafos extraídos del artículo:

A la sociedad y a los propios profesionales les cuesta liberarse de esos modelos tan arraigados no solo por el estilo educativo sino también por los contenidos normativos de su especialidad. La asistencia debe estar libre de prejuicios y contenidos moralistas.

(…)

Las personas diagnosticadas de TIG (Trastorno de la Identidad de Género) presentan un elevado índice de patología psiquiátrica asociada. Son los trastornos de personalidad, los trastornos depresivos, de ansiedad, conductas autodestructivas o suicidas y abuso de sustancias psicoactivas, los trastornos psiquiátricos que han sido asociados con mayor frecuencia. Esto es congruente con las situaciones adversas y conflictivas que estas personas han vivido tanto a nivel personal como familiar. Por lo tanto estos trastornos mentales comórbidos pueden considerarse secundarios a las dificultades de adaptación inherente al trastorno de identidad que presentan.

(…)

La aceptación temprana, por parte de la familia favorecería el desarrollo saludable de la persona transexual, convirtiéndose además en el principal factor de protección que amortiguaría el impacto de las actitudes sociales de rechazo y marginación.

Esperamos que resulte útil como aproximación al tema.

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